Decepcionante

No quiero que parezca que he entrado en un estado de pesimismo, ni mucho menos, pero cuando veo determinadas cosas ... ¡es que me indigno!

Por un momento pienso que no vale la pena perder el tiempo en cuidar las cosas públicas, el patrimonio municipal, los bienes que son de todos, porque llegan los vándalos hijos de su madre y les cuesta muy poco destruir lo que tanto esfuerzo nos ha costado.

Luego reflexiono y digo que no, que no podemos cejar en el empeño, que estas cosas no nos pueden hacer arrojar la toalla, que lo que hay que hacer es intentar localizar a los responsables y aplicarles la ley, que tenemos policías y fuerzas de orden público para eso y que hay que intentar que estas cosas no vuelvan a ocurrir.

Os dejo con las fotos que me hizo llegar ayer mi amigo Raúl, tomadas por su amigo Javier F, a los que reconozco públicamente su interés por nuestro entorno.